Esta estrategia conocida como geomarketing integra dos variables: el marketing y la geografía. Esta destinada a ayudar en la toma de decisiones a la hora de elaborar una campaña de marketing, basándose en las diferencias que existen entre los clientes según su localización.
A partir de localizar clientes en distintos puntos sobre el mapa, se investiga los puntos de venta disponibles de un producto, la competencia que existe o los clientes potenciales que se ajustan al target de la empresa en ese punto. A partir de estos datos, se ajustan las campañas para llegar de forma más precisa a los posibles clientes.
Las empresas que están distribuidas a nivel mundial son las que mayor provecho sacan a esta herramienta. Por ejemplo, tiendas de ropa como Zara, sucursales bancarias nacionales o la venta por catalogo. Aunque, también, se puede utilizar en ecommerce.
Comments
comments