Implantar con éxito Business Intelligence (BI) supone un profundo cambio en la organización, proporcionando una visión integrada de todos los datos de la empresa. Sin embargo, si el BI no se implanta correctamente los datos son mal interpretados y llevarán al fracaso empresarial.
Si el BI no se ejecuta correctamente y la toma de decisiones se basa en datos mal interpretados puede llevar a retrasos en pedidos, excesos de presupuestos o usuarios descontentos
Trampas del Business Intelligence empresarial
Cuando los proyectos no salen adelante y la estrategia BI falla, en ocasiones se debe a un mal enfoque. Por ejemplo, el equipo de desarrollo cumple con todos los interesados. Primero se reúnen los requisitos. Luego tratan de alcanzar los objetivos y se lleva a cabo la puesta en marcha. Aunque parezcan los pasos perfectos e ideales, rara vez funcionan.
Este presunto ideal enfoque provocan los retrasos, debido al tiempo que se pierde para que los informes de distintas áreas y la comunicación entre esta se lleve a cabo.
Además, pueden existir numerosos problemas de validación de datos. Los informes de se analizan a través de cuadros de mandos o funciones que pueden ser distintas a lo que en principio buscábamos.
Por desgracia, todo esto lleva a los clientes interesados a una situación de insatisfacción, desconfianza. Mientras que para la empresa es una situación de pérdida económica, de recursos y de desgaste.
Fases de implantación
Una implementación de BI a nivel empresarial tiene que hacerse de manera gradual para que funcione mejor. Al implementar BI mediante un enfoque por fases, hay 5 cosas que se deben hacer para evitar cualquier error importante a lo largo del camino:
Comunicación empresarial: Se recomienda involucrar a todas las partes interesadas de la empresa desde el primer momento, desde el ejecutivo hasta los departamentos de marketing, atención al cliente o posventa.
Dividir por fases la implantación: Si se va paso a paso en la implantación del BI los errores se minimizan, ya que aparecen gradualmente y se pueden tratar y resolver antes de pasar a la siguiente fase.
Prioridad de las fases: Se debe de poner un timming, programación y prioridad de cada fase. La programación de las fases depende mucho de la dinámica y la política interna de la organización. Entre las preguntas que debe hacerse para establecer prioridad se encuentran:
¿Qué áreas del negocio se benefician de una parte en particular?
¿Qué fases tendrá mayor impacto en la organización?
¿Qué fases son las más complejas o propensas a tener fallos?
¿Qué departamentos son propensos a adoptar un nuevo análisis y presentación de informes con mayor facilidad?
¿Qué áreas de negocio tienen el tiempo y la flexibilidad para trabajar en una fase particular?
¿Qué áreas de su negocio pueden implementar con éxito nuevas métricas?
Validar los datos: En el mundo del BI la integridad de los datos es crucial. Usted puede perder la fe de sus usuarios finales si sus datos son inexactos en la fase inicial. Por esta razón, se recomienda ir validando los datos fase a fase.
Implementación progresiva: En lugar de tratar de obligar a toda la empresa a realizar un cambio de paradigma, recomendamos que BI se implante en departamentos de forma individual o en áreas de negocio.
Cuando todo está dicho y hecho, tener en cuenta que el BI es un proyecto que mejora de forma continuada en el tiempo. Podríamos decir que es una animal vivo, que requiere atención constante y alimentación. A medida que el negocio crece y cambia tendrá que redefinir la estrategia Business Intelligence.
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