Las autoridades rastrearon cientos de millones de smartphones para obtener la información necesaria para contener el brote.
China usó datos de localización y otros datos de cientos de millones de teléfonos inteligentes para contener la propagación del Covid-19, según fuentes chinas familiarizadas con el programa.
Además de los procedimientos draconianos de cuarentena, que mantuvieron a más de 150 millones de chinos en su lugar en el pico de febrero de la epidemia de coronavirus, China usó métodos computacionales sofisticados a una escala nunca antes intentada en Occidente.
Con más de 80.000 casos registrados, China informó ayer sólo 126 nuevos casos, en comparación con 851 en Corea del Sur y 835 en Irán, de un total de 1.969 nuevos casos en todo el mundo. Fuentes chinas destacan que la iniciativa de inteligencia artificial complementó las medidas básicas de salud pública, que se centraron en las cuarentenas y los esfuerzos agresivos para convencer a los ciudadanos chinos de que cambiaran su comportamiento.
Los algoritmos del gobierno chino pueden estimar la probabilidad de que un determinado vecindario o incluso un individuo se exponga al Covid-19 haciendo coincidir la ubicación de los teléfonos inteligentes con las ubicaciones conocidas de los individuos o grupos infectados. Las autoridades utilizan esta información para utilizar los limitados recursos médicos de manera más eficiente, por ejemplo, dirigiendo las pruebas del virus a los sujetos de alto riesgo identificados por el algoritmo de inteligencia artificial.
Todos los teléfonos inteligentes con GPS habilitado ofrecen a los proveedores de telecomunicaciones un registro preciso del itinerario del usuario. Los usuarios de teléfonos inteligentes en los Estados Unidos y Europa pueden acceder a sus propios datos, pero las leyes de privacidad impiden que el gobierno recoja estos datos. China no tiene tales restricciones de privacidad, y los proveedores de telecomunicaciones han utilizado los datos de localización durante años para la publicidad.
Un ejecutivo de un banco chino informa que su empresa compra datos de localización a los proveedores de telecomunicaciones. “Si usted ha pasado por un concesionario de automóviles tres veces en las últimas semanas, le enviamos un texto publicitario de un préstamo para automóviles”, dijo el ejecutivo. “No se nos permitiría hacer eso en Occidente.
No se sabe desde cuándo China ha sido capaz de procesar la enorme cantidad de datos de localización generados por los teléfonos inteligentes. Y lo que parece una ataque a la seguridad del usuario, ahora es una información fundamental para frenar los efectos de la enfermedad. Google tiene la información de por dónde pasamos pero en muchos países la Sanidad no puede usarla.
China también utiliza los registros electrónicos de las compras de medicamentos para identificar a los individuos enfermos que pueden haber intentado huir de la cuarentena.
El gran análisis de datos ayuda a las autoridades chinas a establecer la cadena de transmisión del virus, que sigue siendo un misterio en la mayoría de los demás países.
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