El data mining o minería de datos trata de descubrir patrones de conducta a partir del análisis y sondeo de grandes volúmenes de datos. Por norma general, se aplica esta técnica en sectores como la medicina, ciencia, investigación, banca o aseguradoras. Empresas que poseen una gran cantidad de históricos y datos de clientes. Sin embargo, las redes sociales como Facebook también son una fuente tangible de datos útiles.
Desde que Facebook anunció la compra de Whatsapp los usuarios han entrado en alarma y pánico ante la privacidad de sus datos. Sin embargo, muchos usuarios desconocen la cantidad de información que existe de ellos en la red social, incluso mucho antes de la compra de Whatsapp.
Existen aplicaciones y herramientas capaces de analizar cuántos cafés tomamos a la semana o el género de cine que más nos gusta, aunque no esté especificado en el perfil del usuario de Facebook. A partir de aquí, mostrarnos publicidad acorde a dichos intereses. Estos anuncios no son aleatorios, vienen determinados por resultado de técnicas de data mining.
La aplicación creada por los diseñadores Nick Felton y Ryan Case, Daytum, recopila los datos de un usuario y los representa en formato infografía. Tu vida en formato de nueva narrativa. Tal vez, en un futuro próximo, Facebook integre aplicaciones similares y permitirán a los usuarios ver su vida en infografías.
Pero el análisis de grandes volúmenes de datos va mucho más lejos.
Data mining a nivel usuario
Los usuarios de Facebook muestran al resto del mundo virtual una visión de su vida. Seleccionan las páginas que más les gusta, siguen a sus bandas de música favorita, etiquetan a sus amigos y comentan los post más divertidos. Muestran una realidad de su vida, que por norma general es feliz. A partir de aquí, Facebook te muestra publicidad que considera que puede ser de tu interés, te recomienda amigos de amigos y muestra páginas que te podrían gustar.
Pero a veces los usuarios no muestran su comportamiento real. En ocasiones, apuntan como programa de televisión como favorito, pero en realidad no es así. A través del data mining se puede detectar el comportamiento real de los usuario, rastreando palabras claves que aparecen en su perfil o en sus acciones en la plataforma. Por ejemplo, palabras como “café”. De esta manera, se definiría un perfil mucho más real del usuario y podría mostrarse al usuario información y promociones que si son de su interés, más allá de lo que él mismo ha indicado. ¿Es una violación de la intimidad si se aplica para ayudar a encontrar comunidades de usuarios afines o productos que realmente sí cubren una necesidad? Tal vez no.
El uso de las marcas y Facebook
Las marcas también pueden sacar un gran beneficio del análisis de grandes volúmenes de datos de Facebook. Toda esa información oculta que el usuario muestra en comentarios o en “me gustas” puede ser útil para segmentar el público objetivo y dirigir las campañas hacía este. Descubrir y establecer los patrones de conducta y los hábitos reales de los usuarios que se encuentran en su comunidad. Esto favorece a la marca, podría diseñar experiencias de valor que sorprenderán al usuario de Facebook, pensadas en aquellas preferencias que el muestra y aquellas que derivan de los datos extraídos mediante el análisis de sus acciones en Facebook.
A priori podemos pensar que las empresas se aprovechan de nosotros y nuestra información para ganar más dinero. Pero en realidad, podemos darle la vuelta y pensar que obtendremos mejores promociones o descuentos en nuestros productos favoritos, y no sólo aquellos que nosotros apuntamos como tal, sino aquellos que pasamos por alto pero realmente están ahí. Podemos ganar todos a través del data mining y obtener de los datos el máximo partido, todo con tal de mejorar nuestro día a día.
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