Una microempresa está definida por varios parámetros, entre ellos, el número de empleados, que no supera los 10 trabajadores; ni los 2 millones de euros tanto en volumen de negocio anual como en su balance anual. Pero forman parte del motor de la economía europea y para que mejoren su rentabilidad y crezcan progresivamente se recomiendan estrategias de business intelligence
Los tres niveles a los que se enfrenta una microempresa aborda: los datos, la información y el conocimiento.
Los datos, primer nivel de la microempresa
Sin los datos el business intelligence no prospera. Una microempresa dispone del mismo nivel de datos que cualquier PYME o gran empresa. Pero, en ocasiones, no es capaz de gestionarla correctamente, analizarla e interpretarla.
El precio de venta de un producto o la cantidad que se ha vendido de éste, una base de datos bien identificada de cada cliente son la base para emprender el camino correcto hacia estrategias de marketing online y offline, así como ofrecer servicios y mejorar según las preferencias de nuestros clientes.
Información, interpretación de datos
La clave del business intelligence va más allá de mostrar datos y más datos. Es importante saber interpretarlos y entender que nos quieren decir. Los indicadores nos mostrarán totales, que podremos comparar con el mes anterior y con un histórico. A partir de aquí, es bueno navegar y bucear, interpretar a dónde nos quiere llevar ese total.
Por ejemplo, en una peluquería los viernes y sábados son los días con mayor clientela. Esos días necesitaremos invertir más en tiempo, personal y recursos. Además, tienen un rango de edad entre 30 y 45 años, que disponen de poco tiempo debido a los horarios laborales, será conveniente que ese día las citas se den previo aviso para evitar retrasos y mal entendido con las clientas. Asimismo, estas clientas son las que se realizan servicios integrales: corte, tinte, peinado nuevo y secado, invierten más dinero que las señoras que acuden un miércoles por la tarde, sin prisa y para realizarse un simple lavado y peinado. Por tanto, los recursos y gestión debe adaptarse a esta situación, para mejorar la satisfacción del cliente.
El poder del conocimiento
Cuando tenemos capacidad para reaccionar ante todo lo que sabemos somos capaces de trazar el camino correcto al éxito. Marcar objetivos que conocemos y sabemos que podemos cumplir y medir. Además, profundizar y conocer cuales son nuestros clientes más rentables y los productos que mejor resultado dan nos permitirán gestionar mucho mejor nuestros recursos.
La idea es generar un orden lógico para las cosas, enlazar la información y que nos pueda dar la suficiente información como para mejorar cada pilar que da vida a un negocio.
Por lo general, las micropymes como una peluquería o un pequeño bar no disponen de estrategias business intelligence, pero si lo hicieran alcanzan mayores objetivos y tendrías mucho más contenta a su clientela.
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