El otro día tuve la oportunidad de volver a releer el libro de Ryan Holiday, donde nos da algunas ideas y casos de uso del Growth Hacking Marketing. Pero, ¿esto realmente qué es? Como subtítulo del libro, él mismo lo define como el futuro del Social Media y la Publicidad. Aunque suene un poco arriesgado, en buen parte tiene razón, ya que es el futuro post crisis.
Es cierto que la crisis ayudó en gran medida a que las reglas del juego, en cuanto a Marketing y Publicidad, hayan cambiado. No sé si para siempre, pero configuró una forma de entenderlas.
Este libro no es muy extenso, pero contiene todos los tips necesarios para entender esta nueva metodología basada en el rápido crecimiento de un producto o servicio con una inversión baja en publicidad tradicional. Por supuesto, nos referimos a publicidad tradicional a radio, televisión y prensa. El que haya realizado alguna campaña sabe de lo costoso y difícil que es medir su eficacia.
Ya quedaron atrás los días donde se podía quemar dinero en post de conseguir cliente. Hoy en día, como bien menciona el autor en el libro, es muchísimo más rentable fidelizar un cliente que captar uno nuevo, ya por el bombardeo que reciben los clientes que es incesante, y por hacernos un hueco en sus cabezas.
Otro de los conceptos que se pone en manifiesto en el libro, es el de Product Marketing Fit (Adapta tu producto al mercado) y, aunque parezca algo de lo más lógico, es menos habitual de lo que debería. Muchas empresas antiguas crean sus productos y después deciden a quién se lo van a vender, pero en la nueva economía digital, esto ya no es la mejor opción. Ya en su día en el libro Getting Real se hablaba de la necesidad de adaptar el producto al cliente y no a la inversa. Se explicaba que las empresas antes creaban una navaja suiza, pero que los usuarios solo querían el destornillador, entonces, ¿por qué no darle lo que necesitan? Para eso, por supuesto, hay que comenzar por construir junto a ellos y no para ellos.
Durante todo el libro podemos ver ejemplos de empresas como Airbnb, Dropbox, Hotmail y muchas más que han logrado grandes crecimientos de usuarios con técnicas de Growth Hacking. Casi todas empezaron con acciones sencillas que buscaban usuarios fieles en vez de grandes campañas de publicidad, donde éstas en su mayoría persiguen darle visibilidad a la marca y, que por supuesto en España, solo se las pueden permitir muy pocas compañías.
En nuestro país, las técnicas de Growth Hacking forman parte de la cultura y, por eso, este libro será de mucho interés, ya que se ven validadas muchas de las cosas que hacen las empresas para captar nuevos clientes. Una de las más conocidas son las conferencias, webinars, desayunos de trabajo, etc. En todas ellas, al cliente se le atrae desde el conocimiento. Sí, es exactamente igual que el modelo Thermomix, pero… ¡es que funciona!
Uno de los capítulos más interesantes del libro es el que trata sobre la viralidad. Se ha puesto de moda este concepto y todo cliente con el que hablo en la agencia, quiere que su contenido sea viral. Muy interesante la frase de Jonah Berger que habla sobre hacer que las cosas resulten más observables, lo que las convierte en fáciles de imitar y por ende, tienen mayor probabilidad de ser viralizables. Un ejemplo clásico es el por qué de la popularidad de los monólogos. La explicación es que ponen en valor casuísticas comunes a casi todos, por lo que el público se siente identificado y por eso comparte luego esos vídeos por las redes.
Otro de los puntos claves del libro es sobre qué hacer cuando ya he captado este nuevo cliente. Está claro que al haberlo captado con un método menos tradicional, no se le puede tratar de la misma forma. Por eso es importante optimizar constantemente el producto o servicio para poder fidelizarlo, que sigan viendo esa parte Growth que lo atrajo en un principio.
En definitiva, un libro con tips interesante y muy liviano de leer. Un buen punto de partida para los que se inician en el mundo de Growth Hacking.
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